La acción 2 del proyecto Laboratorio recibió un financiamiento de 882.076 € de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), de los cuales se destinarán 557.150 € a que empresas de servicios silvícolas ejecuten el plan de trabajo definido por el personal técnico de la Plataforma. A lo largo de este año, se licitaron ocho lotes de trabajos en régimen de concurrencia competitiva, que finalmente fueron adjudicados a seis empresas diferentes, lo que muestra el nivel de competitividad alcanzado en el proceso. “La publicación del proyecto en el portal de contratación, junto con una buena promoción en redes sociales, hizo que optaran a estos trabajos empresas de las provincias de A Coruña y Pontevedra, e incluso de fuera de Galicia, como dos empresas que ganaron tres de los ocho lotes de licitación”, indica Daniel Rodríguez, coordinador de la acción.

La Plataforma, complementando estos trabajos realizados por terceros y gracias a la cesión de un tractor por parte de la CMVMC de Araño, contrató a un tractorista y a un operario para realizar labores de desbroce preventivo contra incendios en diversas áreas forestales. “Esta es una dinámica de trabajo comunitario que queremos potenciar desde la Plataforma, ya que no se puede esperar que una gestión forestal sea sostenible en el tiempo si no se realiza conjuntamente con otros montes de los alrededores, bajo el objetivo común de reducir el riesgo de incendios forestales y fortalecer las infraestructuras que serán esenciales tanto al enfrentarse a un incendio como al acceder al monte para gestionarlo o disfrutarlo, dentro de nuestra perspectiva de monte multifuncional”, destaca Rafael Saco.

En los próximos tres meses está previsto concluir los trabajos licitados, tras lo cual se podrá hacer una valoración de cada tipo de actuación desarrollada. Se pretende que estos trabajos se conviertan en una iniciativa de referencia que logre una mayor implicación del resto de propietarios, tanto de comunidades como particulares, que ahora mismo no se sienten motivados para gestionar sus montes. “Somos conscientes de que los frecuentes incendios de las últimas décadas han desmotivado a los propietarios forestales, que sienten que no pueden disfrutar de un bosque adulto, pero somos optimistas con el resultado final de este proyecto, y creemos que la restauración que se está llevando a cabo en las más de 500 hectáreas donde se va a intervenir será la chispa que active un movimiento social hacia el bosque que queremos”, concluye Rafael Saco.