Hacia una ciudadanía energética en el Barbanza
El Laboratorio convoca el primer encuentro abierto para abordar el potencial y los beneficios de establecer una comunidad energética en el Barbanza, destacando la importancia de aprovechar los recursos locales de manera eficiente y equitativa.
Esta jornada participativa fue coordinada por la USC (a través del CISPAC y el grupo de investigación Histagra) y la Universidad Pablo de Olavide con la colaboración del Observatorio Eólico de Galicia.
18 de octubre 2024 — El evento celebrado ayer, enmarcado en la acción 1 del Laboratorio Ecosocial del Barbanza, tiene como objetivo apoyar a las comunidades de montes en la transición hacia modelos de gestión sostenible. La jornada fue dinamizada por Xavier Simón, catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Vigo y representante del Observatorio Eólico de Galicia (OEGA), quien aportó su experiencia como experto en transición energética y desarrollo del medio rural.
Durante la reunión, participaron la administración local, comunidades de montes y asociaciones de Rianxo y de otros lugares de la península del Barbanza. Se analizaron diferentes modelos de comunidades energéticas y los beneficios de implementar una en el territorio. Se resaltó la importancia de adaptar el modelo de comunidad energética a las necesidades de consumo de las personas asociadas, para garantizar su eficiencia y viabilidad.
Entre los asistentes, destacó la presencia de las comunidades de montes integrantes de la Plataforma pola Defensa do Monte, socias del proyecto. Su presidente, Rafael Saco, recalcó que la justicia energética debe ser un criterio esencial para asegurar que todos los miembros se beneficien de manera equitativa. Además, subrayó que las comunidades energéticas representan una oportunidad clave para abordar la pobreza energética de forma efectiva, promoviendo un acceso más justo e igualitario a la energía.
No existe un único modelo, de esta forma los próximos pasos consistirán en explorar cual es el que mejor se adapta a las necesidades de las comunidades socias del Laboratorio.
Simón destacó la importancia de aprovechar la experiencia de otras comunidades y de utilizar infraestructuras existentes, como los tejados, evitando así ocupar tierras necesarias para la producción de alimentos y madera, y reduciendo la necesidad de grandes inversiones al emplear los recursos ya disponibles. El enfoque de una producción y consumo de energía colectivo resulta más económico que el modelo convencional, ya que permite compartir instalaciones y reducir costes.
Las razones para convertirse en una ciudadanía energética son diversas. Durante la jornada, se señalaron las más comunes: fomentar el ecologismo, aumentar la autosuficiencia, generar nuevas oportunidades laborales y responder a las directivas europeas y a los impactos del cambio climático, contribuyendo a reducir la dependencia del gas natural y del petróleo procedentes de fuera de la Unión Europea.
Las comunidades presentes evidenciaron la necesidad de una gestión comunitaria de la energía local. Con amplia experiencia en la gestión colectiva de sus recursos, las comunidades de montes vecinales están en una posición ideal para avanzar hacia un modelo de autogestión energética, que se perfila como un camino cada vez más viable.
Al finalizar la exposición de Simón, se abrió un debate entre los asistentes sobre la transición energética local. Como punto en común, se destacó la necesidad de un cambio de paradigma en el consumo de energía. Se subrayó la importancia del autoconsumo colectivo como clave para el ahorro, y la necesidad de ajustar nuestros hábitos de consumo a los momentos de mayor producción, con el objetivo de maximizar los beneficios y hacer un uso más eficiente de la energía disponible.
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El Laboratorio Ecosocial do Barbanza cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU.